Rufino Tamayo vivió por y para el arte: más de mil óleos, 452 obras gráficas, 358 dibujos, 21 murales, 20 esculturas, un vitral.
Una vida que pasó a la gloria como uno de los artistas mexicanos más importantes en la historia del país. Al contrario de los muralistas mexicanos de su época, que transmitían mensajes políticos en sus obras, Tamayo prefirió centrarse en escenas del México tradicional, real y prescindir de las posturas políticas para darle voz al pueblo mexicano de una manera mucho más natural. «Soy muy mexicano, no tiene remedio. En donde he estado, lo que me alimenta es México», dijo para expresar su evidente compromiso con su país, lo cual es notorio en el espíritu de su arte.
Sin embargo, también es evidente que Tamayo jamás puso su plástica al servicio de interés alguno más que el simple hecho de crear, expresar y trascender con lo que hizo, más allá de pensamientos políticos o sociales. Como él mismo diría: «¡Pobre del arte si está comprometido! Si está al servicio de otras cosas, ya no tiene su calidad principal».
A continuación conoce las obras que han hecho que Rufino Tamayo haya pasado a la historia como uno de los referentes del arte realizado en México para el mundo.